sábado, 12 de octubre de 2013

Crítica: 'La Gran Familia Española'

Capitán Wayne

Ya era hora de que el cine patrio tuviese su hueco en nuestro blog, que aunque tengamos nombre de banda americana de los 60', somos de la tierra del jamón, el gazpacho y la Cruzcampo.


Fútbol y España, ¿puede haber una mezcla más clásica?
Aunque el ambiguo primer tráiler me llamó la atención, suelo desconfiar del cine español por experiencia propia, después afortunadamente me llevo tortas como con 'Grupo 7' o 'Celda 211'. Sigo sumando.

'La Gran Familia Española' comienza presentándonos a cada uno de sus miembros, a primera vista puede parecer que es una familia diferente, pero a medida que la película avanza todos los personajes evolucionan junto con sus problemas de una forma realista, sin fantasmadas a la americana. Todo gira en torno a cinco hermanos ligados a sus inseguridades, miedos y fracasos que vivirán la inusual boda del menor de éstos junto con la final de la Copa Mundial de Sudáfrica (¡INIESTA DE MI VIDAAA!), que coincide casualmente.



Tras las presentaciones, el primer tercio de la película es bastante titubeante, sigo algunas escenas con interés pero otras en cambio me importan bien poco, hasta pasada la primera media hora los altibajos son continuos. Y es que soltar frasecitas como "Carla, ¿tú me I love you?" puedo asegurar que no ayudan nada. Tendrán el trío de jovenzuelos algún que otro momento vergonzoso como éste con diálogos cutres, pero poco a poco van mostrando más feeling en pantalla cuando el guión va ganando enteros. Gran descubrimiento el de las dos mozas, Arantxa Martí y Sandra Martín, ya que tener en torno a los veinte años y actuar bien no parece muy compatible, aquí las excepciones. También me ha sorprendido gratamente Patrick Criado con la viveza que le da a su personaje.

Daniel Sánchez Arévalo está impecable en la dirección, tiene un estilo personal palpable a lo largo de toda la película y se sale especialmente en los flashback, que los introduce de maravilla, y en toda la escena de la boda, desde las coreografías hasta el suceso posterior de los votos. En la hora y media de metraje se respira una atmósfera que no es la típica ambientación taleguera de muchas otras películas españolas, se agradece.


Antonio de la Torre está en una habitación con la mirada perdida rodeado de personajes que no paran de hablar y es él quien llama la atención, cada género que toca lo borda reafirmándose como uno de los mejores (si no el mejor) actores españoles del momento.
Su trama junto a Robert Álamo y Sandy Gilberte es bastante sosa, aunque la consiguen salvar como buenamente pueden. Por cierto, genial la escena en que la niña le pega un tortazo al padre.

El resto del reparto está finísimo, Robert Álamo, Miquel Fernández, Sandy Gilberte y Héctor Colomé, siendo éste uno de los apartados más cuidado de la película. Destaco al barbas de Quim Gutiérrez que está espectacular tanto en los momentos más serios como en los de comedia y la naturalidad de Verónica Echegui que da gusto verla.



La escena en la que todos los personajes hablan con los prometidos sobre el tema de la virginidad de por medio, en la que me sacan verdaderas carcajadas es un bálsamo para la película, a partir de ahí el nivel no hace más que subir.

La facilidad para cambiar de drama a comedia es innegable, pero no siempre con los mismos resultados. Surgen tópicos que cansan en más de un momento, aunque consigue romper con todos de un plumazo en la inesperada parte final que me dejó más tierno que un peluche. 



Aunque a mitad de película acabas pidiéndole el tiempo al árbitro tras varios bajones importantes, después de la escena que comento antes, el ritmo y el tono de la película cambia totalmente. Acertadísima la mezcla de imágenes del partido de España con escenas que cada vez ganan más en emoción alcanzando un climax que le hace justicia a la prórroga de hace tres años.



A 'La Gran Familia Española' le cuesta lo suyo arrancar, pero una vez que lo hace no hay quien la pare, a pesar de partes muy flojas, es una película segura de sí misma que sabe a donde quiere llegar, lo que le facilita el camino. "Salsa de Carne".




PD: Menos mal que no han optado por un cameo rancio en plan Sergio Ramos o Arbeloa, todo lo contrario, lo hace el artista de Raúl Arévalo.








4 comentarios:

  1. Vamos que "es un partido de ida y vuelta", con tanto altibajo.

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    1. Ya te digo, le cuesta lo suyo coger ritmo, pero a medida que avanza hace que merezca la pena sufrir tantos bajones. Te recomiendo que le eches un vistazo!

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  2. Te iba a poner a caldo bajo el anonimato hermano, pero voy a dar la cara. He vuelto a leer tu crítica y voy estando más de acuerdo con ella. Las dos veces que la he visto han sido dos extremos, la primera decepción, la segunda me encantó, por eso estoy más entusiasta. Le cuesta arrancar pero cuando te haces a ella no quieres que termine.

    Una cosa que he echado en falta en la crítica es la tremenda facilidad que tiene "er Danié" para que empatices con los personajes, algo que parece complicado hoy en día y sobre todo en el cine español... o por lo menos es mi sensación. Por cierto, sublime el primer párrafo, más rancio y sale cofrade.

    Fdo. Atopeconlacope

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    1. Déjate de anónimos que ya tenemos suficientes.
      Si que es verdad que es muy fácil empatizar con casi todos los personajes, ya que los retrata con una naturalidad sorprendente. Nos vemos por casa gorrión.

      PD: El primer párrafo es de lo más rancio que ha visto este ilustre blog, que ya es decir.

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