lunes, 21 de abril de 2014

Crítica: Trilogía de 'Spider-Man'

Capitán Wayne

Antes de que todos los superhéroes se pusieran de acuerdo para avasallarnos en la cartelera, hubo uno que lo intentó en solitario hace unos pocos años. La trilogía de 'Spider-Man' sorprendió por mezclar calidad y espectáculo casi a partes iguales.

Sin que haya pasado apenas diez años de su última película ya tiene su correspondiente reboot que demuestra la poca creatividad que alberga Hollywood y la desesperación que tienen los estudios en general por conseguir dinero muy fácil, ya que éstas todavía derrochan frescura y lo que es más importante, personalidad, bueno unas más que otras dentro de la trilogía, pero eso ya lo vamos viendo…


'Spider-Man'

Esta película debería de haber sido el comienzo de la 'Fase 1' llevada a cabo por Marvel (si no fuera porque los derechos del personaje pertenecen a Sony), ya que Peter Parker es sin duda el tipo de personalidad que le falta a 'Los Vergadores' para abrirle un sin fin de posibilidades en esas chisposas conversaciones que tanto se estilan en la película de Joss Whedon. Sería curioso ver al Peter Parker de Tobey Maguire junto al Tony Starks de Robert Downey Jr., el cachondeo de este último seria impagable.



Bueno, la primera parte de la película es lo que se espera, la transformación de friki a superhéroe y la presentación del resto de personajes. Toby Maguire hace tan bien de pringao en todas estas escenas que de hecho creo que ni actúa. Vemos como Peter Parker pasa por las diferentes fases para convertirse en Spider-Man, ésto podría hacerse pesado ya que es algo que vemos en la mayoría de películas basadas en cómics, pero la utilización de secuencias sin relajar en exceso el ritmo hace que sea una gozada.

Peter sufre el llamado bullyng en su instituto y tiene un romance adolescente que no es correspondido por vergüenza de Mary Jane (Kirsten Dunst) más que por otra cosa. La picadura de la araña mejorará las dos situaciones anteriores, pero empeorará la relación con sus tíos y su mejor amigo Harry Osborn (James Franco). Más importante aún es el peligro que conlleva ponerse el traje de Lycra, ya que los enemigos aparecen y no es otro que el padre de Harry, Norman Osborn (Willem Dafoe).

Sam Raimi consigue colocar al villano de la película a la altura del protagonista tanto aquí como en la segunda parte, pero seamos serios, gran parte de culpa la tiene Willem Dafoe que brilla como nos tiene acostumbrados —genial la escena del espejo— arrasando con todos cada vez que aparece en pantalla.



Marie Jane —¿Sabes qué? Eres más alto de lo que pareces.
Peter Parker —Es que me encorvo.
Marie Jane —Pues no lo hagas.

Diálogos como el de arriba son el pan de cada día en la película. El humor que rodea no sólo a Spider-Man y Peter Parker, si no a toda la ciudad de New York es totalmente absurdo, pero consigue lo imposible, que es no caer en lo ridículo (bueno en algún que otro momento sí). Alcanza momentos brillantes con la entrada de J.K. Simmons (J.J. Jameson), con el que se crean escenas cada cuales más inverosímiles. 

Una vez que Spider-Man llega a su máximo esplendor se suceden las escenas de acción, hay algunos efectos que chirrían como es normal en una película de hace más de diez años, pero nada que te haga sangrar los ojos. Sam Raimi opta por la cámara lenta en un buen puñado de secuencias, otras en cambio parecen viñetas en movimiento demostrando que talento no le falta. Hay que destacar también los vuelos que se marca Peter, se puede sentir el vértigo montados en la cámara balanceándose por las calles de New York.

El Duende Verde cobra más protagonismo a medida que avanza la película participando en grandes escenas como la del incendio, su presentación en el día del festival de la "Unión Mundial de Oscorp" y en el final donde vemos la propuesta de tener que elegir a quien salvar tal y como haría años más tarde el Joker con Batman en 'El Caballero Oscuro'. La brutal pelea en las ruinas es un gran colofón para la primera aventura de Spider-Man.



Sam Raimi lleva a buen puerto la primera andadura de tu amigo y vecino Spider-Man (madre mía) en el cine. Saltan a la vista algún que otro desajuste en el guión y un final dulzón (con americanada incluida) a más no poder, pero brilla más sin duda la personalidad que desprende el personaje y todo lo que le rodea. "Salsa de Carne".








'Spider-Man II'
Siempre digo que las segundas partes deben de ser buenas —si lo ha sido la primera claro está— ya que tiene la base construida: los personajes presentados y asentados, con tiempo para que hayan evolucionado y a partir de ahí coger lo que mejor haya funcionado de cada uno y explotarlo. Ésta es la tónica que va a seguir 'Spider-Man II', lo bueno mejor aún.



Veía complicado conseguir un villano con el carisma del Duende Verde, pero esta claro que de enemigos anda sobrados el figura de las mallas ajustadas. Anda sobrado pero hay que saber elegir y ahí vuelve a mostrarse fino Raimi con la elección del Dr. Octopus interpretado por ­­Alfred Molina.
Lo que humaniza de alguna forma un poco a los villanos tanto en esta película como en la primera, es que empiezan siendo "buenos" y por diferentes causas acaban como acaban, pero no nos engañemos, acaban siendo tan cabrones como cualquier malo que te eches a la cara.



En esta segunda parte, Peter Parker lleva cada vez peor el tener una doble vida, eso y su deteriorada relación con sus amigos y tía May (que gran actriz es Rosemary Harris) hace que acabe hasta los mismísimos del disfraz convirtiéndose en el típico superhéroe atormentado que pierde el control de sus poderes.

A pesar de todo lo que arrastra Peter con sus problemas y tener un enemigo que amenaza con dejar New York hecho un solar, el humor vuelve a cobrar fuerza en numerosas ocasiones, gracias a personajes como el tipo que le cobra el alquiler y al jefe del Daily Bugle, J.J. Jameson, que aunque parezca difícil se supera y de que manera en esta secuela ganando incluso protagonismo.
La banda sonora que acompaña tanto a ésta como a la otras dos películas de la trilogía encaja como anillo al dedo con las situaciones y el personaje, siendo imposible a estas alturas no relacionar la melodía principal con Spider-Man.



En los enfrentamientos entre Spider-Man y Octopus, la cámara siempre se coloca en el mejor lugar buscando la espectacularidad y aprovechando el juego que dan estos dos personajes.
En la escena del tren tras ver el repertorio de movimientos de Spider-Man, éste vuelve a tener que solucionar una situación límite propuesta por el doctor, como es de esperar salva a todos los pasajeros, pero vemos a un superhéroe inusualmente humanizado en los brazos de todos los ciudadanos. Aquí es donde parece que quiere llegar Sam Raimi desde un principio, que el personaje no parezca inmune a todo.

'Spider-Man II' hace hincapié en la vida de Peter Parker dándole casi más importancia que al propio Spider-Man. Se puede echar en falta un poco más de acción, aunque el hecho de que la que hay está ejecutada magistralmente y que Sam Raimi nos acerca con su estilo tan desvergonzado a los cambios que va sufriendo el hombre tras la máscara, hace que para mí ésta sea la mejor película del universo Marvel. "Crema".








'Spider-Man III'

Cierre de la trilogía que viene precedida por dos bastiones del cine de superhéroes, ¿mantendrá el nivel? No.



Nos situamos un tiempo después de la caída del Dr. Octopus y su creación. A Peter Parker parece que finalmente las cosas le van bien, sale con MJ, destaca en la universidad y Spider-Man es toda una celebridad en New York. Como es de esperar, toda esta felicidad le dura menos que más, a sus dos nuevos enemigos hay que sumarle a su "amigo" Harry Osborn que busca venganza ante cualquier cosa a pesar de saber que el que se esconde tras la máscara de Spider-Man es Parker. Es el personaje de James Franco el que más evolución presenta a lo largo de la trilogía.

No esta nada mal la premisa, una gran cantidad de villanos y el hombre araña en plena forma. Pero a las primeras de cambio llegan los problemas: los nuevos enemigos —Venom (Topher Grace) y Sandman (Thomas Haden Church)— son genéricos, no destilan carisma y sus personajes tiran por derroteros cansinos; el típico pejiguera que te entran ganas de darle una torta a mano abierta y el recluso fugado que no pestañea ni a la hora de evacuar. Lamentablemente de las incorporaciones realizadas en 'Spiderman III', la única que se salva es Dallas Bryce Howard, que como siempre aunque tenga un pequeño papel está más que correcta.

Si en sus predecesoras el argumento esta realmente bien hilado, aquí se pierde todo interés en lo que pasa —la llegada del simbionte no tiene el menor sentido—, las tramas que se van abriendo aburren o simplemente no llegan a ningún lado, sólo esperas que llegue la hora de los mamporros para no tener que quitar la película.

Aquí se viene a trabajar, no a que te trabajen.
J.J. Jameson



Eso sí, en lo que acción se refiere es más que solvente, ya que Sam Raimi vuelve a mostrarse intratable regalándonos unas escenas de una imaginación y espectacularidad soberbia como la de Peter contra Harry como el Duende y la de la grúa en el rascacielos, pero pesan muchísimo las dos primeras partes, esperas y quieres más del conjunto de la película.

Ya con Peter Parker convertido en un malote con el lefazo en el flequillo es cuando llegan las risas, porque aunque es ridículo es lo que esperas de él. Y es que cuando intenta ponerse seria, la película es un coñazo y de estos momentos desfasados hay muy pocos.

Llegamos al desenlace y para no perder la costumbre el primer paso es que el malo de turno atrape a Mary Jane (sin duda el personaje peor tratado de toda la saga) para que Spider-Man vaya a rescatarla y le hagan la encerrona. La escena final es un no parar, pero ya te da todo igual tras precederle un tramo lento y pesado que hace que desconectes de la película. Consigue redimirse un poco con estos fuegos artificiales y algunas decisiones acertadas como broche a este decepcionante final de la trilogía.



'Spider-Man III' pierde lo que son las tres piezas fundamentales de la saga: el sentido del humor que se ve reducido notablemente, los villanos que aquí son patéticos y un argumento que bien podría ser de 'Transformers'. En definitiva espectáculo vacío que se ve afectada por la calidad de las dos primeras partes, se la podrían haber ahorrado. "Pestiño".
























































5 comentarios:

  1. Fantástico articulo amigo. Saludos desde Zinco Hoosier

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  2. Sentido del humor la saga no ha tenido nunca (que es algo que la nueva si que tiene) Te podria contestar a casi todo, pero con el simple hecho de decir que spiderman 1, deberia haber iniciado la primera fase de los vengadores, demuestras el nulo conocimiento de la materia. Spiderman en la formacion inicial de los vengadores? JA JA JA

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    1. Hombre, el sentido del humor de las dos películas de Webb es bastante lamentable, pero bueno, si tú lo disfrutas yo que me alegro. Un saludo y por lo menos veo que te he hecho reír bribón.

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  3. Esa trilogía tuvo pocas cosas rescatables. Producto de escritores malos, y una dirección peor aún. El reboot era necesario; esperemos lo encaminen adecuadamente en las siguientes. La ultima con Electro y la breve aparicion de Rhino (O "Robo-Rhino", siendo honestos) tal vez no gustara a muchos, pero fue un trabajo muchísimo mejor que las pasadas. Sobre todo en explorar a Peter Parker y su entorno, más que a Spiderman.

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  4. El reboot es cuanto menos precipitado (muy poco tiempo entre
    una saga y otra) y un tanto fallido; intentan contar muchas cosas con muchos
    villanos y todo revuelto, pero siempre se quedan a medias, el sentido del humor
    por más que lo intentan no cuaja y la elección de actores no es muy acertada. Y
    lo que más diferencian a unas películas de otras es que las de Sam Raimi tienen
    personalidad y las nuevas lamentablemente no.

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